Nuestra Historia

Los orígenes se remontan al año 1978, cuando Don Diógenes llega a Lima, procedente desde la ciudad de Casma, en busca de un mejor futuro. Empezó trabajando en la limpieza de un taller. Poco después, por su gran empeño, le asignaron un puesto más técnico y lo capacitan en las labores básicas de fundición, casting y pulido.

Al cabo de tres años el taller deja de funcionar por temas administrativos y él se va a otro taller en el centro de Lima, donde siguió aprendiendo distintas técnicas al lado de maestros joyeros, que llegaban a trabajar en frac y sombrero.

Para el año 1983 laboró en la empresa Ancoa Internacional en Pisco, Ica durante 3 años aproximadamente, desempeñándose en el área de fundición y trefilado de metales, llegando hasta el puesto de supervisor. La empresa se dedicaba a la extracción, refinación y fabricación de joyas de oro y plata.

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En 1985 llega a trabajar a la Casa Banchero, donde empezó el taller junto a maestros especialistas en hacer joyería fina elaboradas 100% a mano empleando medidas milimétricas, gemas preciosas y diamantes.

Es también en este año que Don Diógenes empieza a hacer trabajos en joyería para clientes particulares como: amigos, familiares, referidos y personas que sabían de su buen trabajo.

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En 2001, pasa a dirigir el taller de Ana María Joyería en Chacarilla, por dos años.

A finales del 2003 decide trabajar por su cuenta y a partir de mediados del año 2005 empieza a trabajar con su hijo Diogenes Martín, que empezó a ayudarlo durante el día y la tarde.

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Hoy en día, cuentan con un taller cada vez más implementado con herramientas modernas e insumos de la mejor calidad y con procesos en constante desarrollo.

Actualmente, Don Diógenes se encarga de la supervisión del taller, realiza trabajos en joyería y atiende clientes de manera particular.

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Diógenes Martin se encarga de la atención en tienda y el engastado de piedras.

Además, cuentan con 3 colaboradores que apoyan en la fabricación de joyas.

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